Bienvenidos a nuestro blog
No era más que un veinteañero imberbe la primera vez que escuché una canción que en su estribillo decía algo así como:
“…De pequeño me enseñaron a querer ser mayor
De mayor quiero aprender a ser pequeño
Y así cuando cometa otra vez el mismo error
Quizás no me lo tengas tan en cuenta…
Me atrapó el laberinto del engaño
Con alas de cera me escapé para no volver
Cerca de las nubes como en sueños
Descubrí que a todos nos sucede, lo que sucede
….”
Búnbury, autor de la canción, añoraba una inocencia con la que yo, por aquel entonces, aún luchaba por desprenderme a duras penas de sus últimos flecos. Pasaron los veinte, y llegaron los treinta, …y con los años, la infancia comenzó a ser un recuerdo lejano. Unas imágenes borrosas ahogadas en preocupaciones, búsquedas de sentido vital, y mil agonías propias de un proceso al que todo el mundo se empeña en llamar madurez.
Y buscando seguía a los 40 la sensatez, la cordura, la experiencia, el entendimiento, el juicio y no sé cuántas cosas más…cuando nacieron “ellas”. Ellas, …dos pequeños y maravillosos vendavales, que llegaron para quedarse y arrasar con todos mis planes y con cualquier atisbo de orden establecido.
Vinieron y están para demostrarme que SU FELICIDAD, NUESTRA FELICIDAD, requiere de ingenuidad, inocencia, imprudencia, insensatez y cierta irreflexión. Con ellas desaprendo lo aprendido y este CuentoGuía, en el fondo, es mi mejor terapia. Un viaje de vuelta a la niñez donde ellas son patrón y yo soy marinero. Os invito a subir al barco de la inocencia para volver a contemplar la vida con ojos de niño. ¡Bienvenidos al mundo CuentoGuía! Primer destino: Valle de Tena.
CUENTOGUÍA DEL VALLE DE TENA: EL COMIENZO DE TODO
Creo que de inicio tenemos que contaros que somos habitantes del Valle de Tena de Huesca, y en concreto de Panticosa. Uno de los rincones, sin lugar a dudas, más bonitos del Pirineo. La idea del CuentoGuía surge entre sus montañas, pensando y buscando una actividad que nos permitiera compartir tiempo en familia, y que además fuera del gusto de todos. Tarea de inicio, por cierto, nada fácil, porque cuando unas piensan en columpios, juegos y cuentos, los otros sólo piensan en correr, leer, fotografiar, pintar o descansar. Así que, entre historias del Valle de Tena inventadas y contadas antes de ir a dormir, bocetos de paisajes y retratos garabateados por “pinturas furtivas”, y comeduras de cabeza varias sobre cómo educar, …, decidimos juntar todos los ingredientes y cocinarlos a ver qué se cocía.
Empezamos por hacer realidad nuestras historias imaginarias: las escribimos, creamos personajes, los coloreamos, concebimos un mundo nuevo y, en definitiva, descubrimos que no hacíamos mal equipo. La ilusión nos llevó a contactar con Inma, una ilustradora profesional, que con sus ideas y dibujos fue la guinda a este pastel. A todo ello hemos unido nuestra afición por la fotografía, las plantas, y por qué no decirlo al buen comer.
El resultado, más allá del primer CuentoGuía editado que os presentamos, ha sido: muchas horas juntos, mucha risa, mucha creatividad, mucha pasión y sobre todo conseguir el objetivo inicial, ¡divertirnos en familia!
